Una nota de BBC Mundo, de esas de color: “Cómo es el kawésqar, el idioma que solo hablan 8 personas en el mundo (y la carrera de un lingüista por salvarlo de la extinción)”.
El pueblo kawésqar vivía en los canales de la Patagonia occidental, desde el Golfo de Penas hasta el sector norte de Tierra del Fuego. Según el censo de 2017, 3448 personas se consideran kawésqar; de ellas, menos de 200 viven en Puerto Edén, una aldea de palafitos en la isla Wellington. Pero solo siete hablan la lengua. El octavo pasajero del título es justamente el lingüista, Oscar Aguilera. Y ahora hay otra interesada en aprender kawésqar: Irina Karamanos, pareja del presidente de Chile, Gabriel Boric.
(Una vez estuve en Puerto Edén, un ratito. Iba de periodista en un crucero turístico. Había pautada una parada para comprar artesanías. Me sentí de más.)
En el artículo se explica que el kawésqar es una lengua aglutinante y polisintética, con palabras compuestas por muchos morfemas. “No hay una equivalencia de uno a uno, como por ejemplo, el table inglés y el ‘mesa’ español”, le explica Aguilera a BBC Mundo. Y ejemplifica: “En kawésqar tenemos palabras como jerkiár-atǽl, un verbo que significa ‘el movimiento que hace el mar de flujo y reflujo’’.
En un artículo académico de 2008, firmado por Aguilera y José Tonko (su hijo adoptivo kawésqar), encuentro un poco más: “Jerkiár es el movimiento de flujo y reflujo del mar que al retirarse se ve en la arena de la playa no como una línea recta, sino sinuosa”.