“Intus” es una palabra inventada al cuadrado: la traducción de una palabra creada en una ficción, la serie Severance, de Apple TV. Me pregunto quién, en la línea de montaje de la industria cultural, la habrá elegido para los subtítulos: ¿alguna jefa de traducción? ¿Existirá ese cargo en las productoras / plataformas? No lo encuentro en IMDB.
“Intus” es la versión en español de “innie”, el nombre que se le da a los personajes de la serie cuando están en su trabajo. Porque esta es la premisa (cero spoiler, se ve en los primeros minutos): una empresa desarrolló una tecnología para compartimentar la conciencia. Quienes ingresan se someten voluntariamente a una cirugía donde les implantan un chip en el cerebro. Cada vez que bajan en el ascensor al “sótano de separación” donde trabajan, dejan fuera todos los recuerdos de su vida exterior. Saben hablar, leer, moverse, pero no conocen nada de sí: ni su nombre. Y viceversa: cuando la jornada laboral termina, salen del sótano ignorando absolutamente todo lo vivido. Lo que pasa en la oficina queda en la oficina.
Es una hiperbolización de la visión dicotómica contenida en frases como “balance entre vida y trabajo”. Como si fueran categorías excluyentes, como si el trabajo (N61P05) no fuera vida. O fuera, más precisamente, otra vida, la de otre: tu intus.
Para les intus no hay ventanas ni contacto físico ni internet ni descanso: su conciencia se apaga cuando toman el ascensor y se vuelve a prender cuando regresan, así que no perciben tiempo libre ni fin de semana. Sus alegrías vienen de pequeños incentivos que les da la empresa, de las relaciones que puedan establecer y del trabajo mismo, cuyo sentido desconocen. ¿Suena a algo? Es la definición de lo siniestro: lo familiar extraño.
Entre esas paredes donde rebota la luz blanca también germina la intimidad que describe Cecilia Absatz (N83P05), y ahí es donde se teje el nudo dramático. Ben Stiller, el director, dice que la serie es de algún modo hija de The Office, quizás la más agridulce de las comedias.
Esta distopía de oficina fue escrita por Dan Erickson (¡debutante!) hace años. Pero el proyecto recién despegó en la ¿post? pandemia, en pleno Big Quit (N61P02), justo cuando la noción de “ir el trabajo” -en tanto espacio/tiempo delimitado, distinto de “la vida”- está pasando por la mayor transformación en quizás un siglo.