Bueno, me tomé una mini licencia de traducción recién con esa versión arltiana del “walk away” de Caroline Dennett. Más preciso, más ‘impecable’, como cita irónicamente Laura Wittner, hubiera sido poner “andate”, o “alejate” (hasta “Ite”, como me sugirieron). Pero me pareció que la urgencia de la hora ameritaba -amerita- algo más fuerte. Si entender es traducir, como postula George Steiner, traducir también es entender.
Y además, me sentí habilitada por un tuit de Ezequiel Zaidenwerg que zanjó la cuestión con una economía de recursos para sacarse el sombrero. Mucho más allá dell famoso traduttore traditore, plantó bandera: “Traduautor // translauthor”. Gracias 🙂