Llueven las referencias a Gilead, la nación distópica de El cuento de la criada de Margaret Atwood, donde las mujeres fértiles son secuestradas y obligadas a gestar y parir bebés para otras personas. Por ejemplo, en esta imagen. El presidente de Canadá, Justin Trudeau, cumplió con el papel que Atwood le reservaba en el guión y se declaró “horrorizado” por la noticia de la caída de Roe vs. Wade. La misma Atwood escribió, en The Atlantic: “Yo inventé Gilead. Ahora se está haciendo realidad” (acá en español).
En mayo, Politico publicó un borrador de los argumentos del juez Samuel Alito para prohibir el aborto. En una nota al pie, el juez cita un estudio del Centers for Disease Control and Prevention, de 2008: “… casi un millón de mujeres buscaban adoptar niños en 2002 (es decir, tenían demanda de un niño), mientras que la dotación nacional de niños cedidos al nacer o en el primer mes de vida y disponibles para ser adoptados se había vuelto prácticamente inexistente”. La palabra en inglés es “supply”: también podría traducirse como “oferta”, o “suministro”, “abastecimiento”, “provisión”. Elijo “dotación” para seguir a María Esperanza Casullo, que destacó este tema. Y agregó: “También se mezcla, aunque acá no está dicho, el temor racial. Hay todo un tema en la derecha de que nacen pocos bebés blancos.” En Slate, Dahlia Lithwick habla de “comoditizar a bebés y reclutar a sus madres”.
Hasta Stephen King tuiteó “Bienvenides a El cuento de la criada”. Hay que asustar a Stephen King, eh.