Circula una foto y hasta un video del encuentro de “empalme” entre Marta Lucía Ramírez y Francia Márquez, vicepresidentas saliente y electa de Colombia. Márquez se detiene a saludar a las empleadas vestidas con uniformes de mucamas. Ramírez se acomoda el pelo. Después hablará de “las niñas que nos acompañan en la oficina”. “Una escena muy diciente que muestra el comienzo de una nueva época: llegó el momento de las y los nadies”, dice la diputada Heidy Sánchez Barreto.
La palabra viene de boca de la propia Márquez, afrodescendiente, madre soltera, amenazada por defender el ambiente, ex minera, ex empleada doméstica, técnica agropecuaria y abogada. Habló de los (y las) nadies durante la campaña junto a Gustavo Petro, y también en su primer discurso como vicepresidenta electa. “Después de 214 años logramos un gobierno del pueblo, un gobierno popular, el gobierno de la gente de manos callosas, el gobierno de la gente de a pie, el gobierno de los nadies y las nadies de Colombia”, dijo el domingo. “Vamos por la paz, sin miedo, con amor y con alegría. Vamos por la dignidad. Vamos por la justicia social. Vamos las mujeres a erradicar el patriarcado en nuestro país. Vamos por los derechos de la comunidad diversa LGTBQ+. Vamos por los derechos de nuestra madre tierra, de la casa grande, a cuidar nuestra casa grande, a cuidar la biodiversidad. Vamos juntos a erradicar el racismo estructural”.
Se ve que la palabra “nadies” funciona: está en los títulos de La Vanguardia, El Mundo, Infobae, El País, France 24 y otros medios (en inglés hablan de “the nobody”, o “the nobodies”). Remite a un conocidísimo texto de Eduardo Galeano, muy pintado en paredes:
“Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada / Los nadies: los ningunos, los ninguneados (…) Que no son, aunque sean. / Que no hablan idiomas, sino dialectos. (…) Los nadies: los nada, / los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.”