Un changüí. Esta vez, gentileza de Cristina Schwab y Roxana Salpeter, que me lo acercaron.
“Palabra de hoy: tremelucir Tremer o temblar una luz. Tremelucen las estrellas sobre el firmamento y tremeluce la luz del sol sobre el agua del mar”, tuiteaba ayer Mónica F. Aceytuno.
Busqué la palabra y solo la encontré en gallego, aunque en el Wiktionary dice que también hay versión en castellano y es igual. La definición cambia apenas: “Despedir brillos intermitentemente de intensidade e cor variábeis”.
En una entrevista publicada en La Voz de Galicia encuentro que Aceytuno es gallega y recopila palabras asociadas con la naturaleza. Ahí mismo desmiente al Wiktionary:
“-Elija una palabra solo en gallego.
-Tremelucir. El brillo del sol en el agua que traza un camino de luz. Luz que tiembla.”
En Twitter, muches sugieren como sinónimo “titilar”. Pero es cierto que la luz en el agua no titila.
El Wiktionary también dice que el equivalente en francés es scintiller. Pienso entonces en “centellear”, y en aquel rayo misterioso que hará nido en tu pelo, luciérnaga curiosa.
En cómo se dice también que las estrellas “parpadean”, un caso tan lindo de antropomorfización (N89P08) que da vuelta el símil clásico de ojos como luceros. En la bioluminiscencia (N81P09) del mar, las noctilucas.
En las escamas de oro vivo del río Paraná, “banda, banda; sol y luna; cielo y agua / espejismo que no acaba de pasar”.
En la Brillantina de agua del río Queguay. Canto y me lleva.
Y ya estoy temblando en otro lado.