Hablando de español ibérico. “Hoy escuché una palabra, y me quedó resonando”, me escribió el domingo Bruno Colavitto. “Parece que en varios lugares del hemisferio norte (e incluso llegó a extenderse al hemisferio sur) se bautiza a los días más cálidos y secos del verano con la palabra CANÍCULA (en inglés Dog Days). Es un término que parece en desuso pero persiste en el cotidiano de algunos países. Viene del latín, pero se puede rastrear hasta la antigua Grecia e incluso a Egipto. Se debe a la primera aparición en el horizonte, previo al amanecer, de la estrella Sirio (la más brillante del firmamento), ergo de la constelación Can Mayor. Hace unos cuantos miles de años este hecho coincide con principios de septiembre y por lo tanto con los días más calurosos en el hemisferio norte. Quizás solo me atrapó su sonoridad (canicula, caligula), pero me llevó a indagar un poco más en su uso dada la ola de calor que vive Europa por estos días y los incendios que se extienden por varios países.”
Temperaturas récord en Inglaterra (cuarenta grados por primera vez en su historia). Incendios en Francia y España, donde ya fueron arrasadas 200 mil hectáreas de bosque en 2022. El incendio de Zamora detuvo un tren; el video me hizo pensar en este meme (solo que aquí no había lado bueno). Ya son tres los hombres que murieron mientras trabajaban en Madrid.
Colavitto agrega una entrada de blog de la Biblioteca Nacional de España. Está firmado por Antonio García Jiménez y empieza así: “Como si fuera una fiera monstruosa que estuviera atada y un día se soltara, en los calendarios del siglo XVIII solía figurar el momento en que salía la canícula. Por ejemplo, en el Kalendario manual y Guía de Forasteros en Madrid, (1744-1837), vemos la frase Sale la Canícula entre el 1 y el 2 de septiembre”.
Leo que están tirando agua para que no se derrita el asfalto bajo el Tour de France.
Se abre la canilla, se suelta la cadena.