Vuelvo a una de las citas que traje en la palabra anterior, y amplío. Dicen Navarro y López Gabrielidis: “Como afirma Steven Shaviro en Discognition, ‘estamos empezando a abandonar la idea de que los estados mentales son patrones inmateriales e independientes de su plataforma o sustrato material’. Esto explica el interés que despierta actualmente la tesis contraria: la de la conciencia encarnada, que defiende la interdependencia de la mente y el cuerpo frente a la oposición tradicional de estas entidades en la que, como hemos visto, se fundamenta la mayor parte de la filosofía occidental, cuya somatofobia ha sido señalada por muchas feministas como intrínsecamente misógina.”