Circuló la noticia de la publicación de un paper titulado “Yo no estoy solo – todes estamos soles: Usando la masturbación como un método etnográfico en la investigación sobre la subcultura shota en Japón”. El autor es Karl Andersson, estudiante de doctorado en la Universidad de Manchester. En el resumen, sostiene: “Quería entender cómo les participantes de mi investigación experimentan el placer sexual leyendo shota, un género japonés de comics eróticos autopublicados con personajes de chicos jóvenes. Entonces empecé a leer los cómics de la misma forma en que me decían que los leían: masturbándose. Voy a contar cómo puse en marcha un método experimental para masturbarme con los cómics shota, y cómo esta observación participante de mi propio deseo me dio una comprensión más encarnada del tema para mi investigación”.
“No sé si existe alguna forma de ‘mesearch’ que sirva para algo, pero esto definitivamente no es”, tuiteó en relación al paper Angela Caída. Fui corriendo a googlear esta palabra-valija (N68P08). “‘Mesearch’: ¿se puede hacer ciencia investigándose a uno mismo o es puro narcisismo?”, titulaba Matt Pickles en BBC Mundo en 2017. “¿Está la cultura del selfie permeando también la investigación académica?” Proponía traducir mesearch (me + research) como “investigayo”. “Es un método de investigación cada vez más popular, pero también polémico”, decía. “Su nombre oficial es autoetnografía, y se refiere a la práctica de utilizar la propia experiencia personal para abordar cuestiones académicas”. Según la Wiki, viene del artículo “Auto-ethnography: Paradigms, problems, and prospects“, de David Hayano (1979). Otra que “literatura del yo”.
Hace unos días vi el paper de Andersson online. Ya no está: SAGE Journal puso un “aviso de remoción”. “Debido a las preocupaciones éticas que rodean a este artículo y al daño social que está causando (…), los editores se han puesto de acuerdo con los directores de la revista y han decidido retirar el artículo mientras esta investigación está en curso”.