“La influencer virtual Miquela ha sido la elegida para ser la cara de PacSun, una marca de ropa para mujeres”, contó Mauricio Cabrera en la edición del domingo de su newsletter The Muffin. “Entra en lugar de Emma Chamberlain, una creadora de contenido que no es ajena a tomarse descansos por salud mental. Ciertamente, el convenio con Brud (la agencia creadora de Miquela) terminará cuando las métricas indiquen que pase su relevancia y no por algún asunto personal”.
Miquela está en Instagram desde 2016, con más de tres millones de seguidores. “Miquela Sousa o Lil Miquela, es un personaje que fue creado por Trevor McFedries y Sara DeCou, de la agencia Brud”, dice la Wiki. “En 2017 salió a recorrer las calles de Los Ángeles como un prototipo de robótica’”.
Miquela también es cantante virtual, con canciones hechas por McFedries. En su manifestación robótica, se sacó fotos con estrellas humanas, como Rosalía. Dicen que se llama a sí misma “la reina del metaverso” (N34P01). Y hasta sus problemas son virtuales. “En abril de 2018, un segundo personaje virtual conocido como Bermuda ‘pirateó’ la cuenta de Miquela”, se cuenta en la Wiki. “Finalmente fue revelado que tanto Lil Miquela como Bermuda eran personajes creados por Trevor McFedries y Sara Decou de Brud. Las dos influencers virtuales empezaron a publicar imágenes juntas”.
Dice Andrea Carrillo en Input: “Miquela es la candidata perfecta para el patrocinio. Nunca envejecerá, la ropa siempre le quedará perfecta en los anuncios y siempre hará exactamente lo que le pidan”. La política también se comercia en el metaverso. “Brieane Olson, presidenta de PacSun, dijo que la participación de Miquela en el movimiento Black Lives Matter y en la campaña Rally the Vote la alinean con los valores fundamentales de la marca”, señala Carrillo.
En 2018, Miquela fue nombrada entre las ‘25 personas más influyentes de Internet’ en la revista Time. La noción de “persona”, otra vez en cuestión.
¿Por qué será que siempre se les atribuye una identidad femenina a estas imitaciones digitales?